Todos los difuntos de la Familia Franciscana
La Conmemoración de Todos los Difuntos de la Orden Seráfica —que honra a todos los miembros fallecidos de la familia franciscana— se celebraba históricamente el 24 de noviembre. Más tarde, la fecha fue modificada para dar lugar a la memoria universal de San Andrés Dung-Lac y Compañeros, los Mártires de Vietnam, que ahora se celebra en toda la Iglesia católica ese mismo día. Debido a este ajuste, la conmemoración franciscana se observa en una fecha alternativa dentro de noviembre, la cual puede variar según el calendario local franciscano o la tradición de cada comunidad.
Esta celebración refleja de manera cercana el espíritu del Día de los Fieles Difuntos (2 de noviembre), cuando toda la Iglesia ora por todos los fieles fallecidos. Ambas conmemoraciones comparten el mismo fundamento teológico: una profunda esperanza en la Resurrección y la convicción de que la muerte no es un final, sino un paso hacia la plenitud de la vida en Dios. La Iglesia dedica todo el mes de noviembre a recordar a los difuntos y a interceder por las almas del Purgatorio.
Desde la perspectiva católica, la muerte no se entiende como algo que deba temerse, sino como la puerta de entrada a la vida eterna; una idea que resuena también en expresiones culturales como las tradiciones del Día de los Muertos, que utilizan el color, la alegría y la memoria para reflexionar sobre el misterio de la muerte. Con este mismo espíritu de esperanza, la familia franciscana recuerda a sus hermanos y hermanas difuntos, confiándolos a la misericordia y a la gloria de Dios.




Comments
Post a Comment