Santa Clara ahuyenta a los Sarracenos
La historia de la expulsión de los sarracenos por parte de Santa Clara se refiere a un acontecimiento milagroso ocurrido en 1240. Se dice que Santa Clara, fundadora de las Clarisas, ahuyentó a los mercenarios sarracenos que la atacaban sosteniendo en alto el Santísimo Sacramento. Débil y enferma, fue despertada por sus hermanas cuando los soldados intentaban asaltar su convento de San Damián. Rezó pidiendo protección y, sosteniendo la Eucaristía, se enfrentó a los atacantes, quienes huyeron aterrorizados. Este acontecimiento se representa a menudo en el arte con Santa Clara sosteniendo una custodia.
El Ataque. En 1240, mercenarios sarracenos, empleados por el emperador Federico II, atacaron el monasterio de San Damián, donde vivían Santa Clara y sus hermanas.
La Respuesta de Santa Clara. Despertada de su lecho de enferma, Santa Clara, a pesar de su debilidad, tomó el Santísimo Sacramento (a menudo representado como una custodia o un copón, una pequeña caja para la hostia).
El Milagro. Sostuvo la Eucaristía en alto, implorando protección para sus hermanas y la ciudad de Asís. Se dice que los sarracenos, al ver la Hostia consagrada, se llenaron de miedo y se retiraron.
Este acontecimiento se considera un milagro eucarístico, que resalta el poder de la Eucaristía y la fe de Santa Clara. Es también un momento clave en su iconografía, a menudo representado en el arte.
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