Santo Domingo encuentra a San Francisco 1610
Esta pintura, realizada por Angelo Lion en 1610, presenta el encuentro entre San Domingo y San Francisco en un tranquilo entorno pastoral. Aunque la escena representa a San Francisco en edad avanzada, esto es históricamente inexacto, ya que Francisco murió a los 41 años. Sin embargo, el artista elige mostrarlo con signos de vejez para destacar la humildad, la fragilidad y la sabiduría espiritual adquirida a lo largo de una vida dedicada al servicio de Dios.
El encuentro tiene lugar fuera de las murallas de una ciudad medieval, cerca de lo que parece ser una villa o vivienda rural. San Domingo recibe con cuidado a San Francisco, sosteniéndolo y ayudándolo a caminar mientras se toman de las manos en un gesto de fraternidad y respeto mutuo. Los dos fundadores giran ligeramente hacia el otro, como si comenzaran una conversación íntima nacida de una misión espiritual compartida.
A su alrededor, animales de granja descansan tranquilamente, y pequeñas criaturas silvestres, como conejos, aparecen en paz en la escena. Este detalle vincula directamente a Francisco con su conocido amor por todos los seres vivos, y al mismo tiempo refleja la armonía y mansedumbre que ambos santos buscaron fomentar a través de su predicación y sus comunidades. La obra se encuentra actualmente en la Basílica de San Juan y San Pablo en Venecia, Italia, y está realizada en óleo sobre lienzo.
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