Corona Franciscana

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Tanto con el Rosario, como con la corona franciscana rezamos y meditamos en cada uno de los misterios que rodean la vida de Nuestra Madre para que pueda interceder por nosotros. Con estas devociones alcanzamos algo de paz que de otra manera no podríamos lograr. Nos ofrecemos como voluntarios para ayudar al Señor a traer paz a nuestro mundo orando por los pecadores, alejando todo mal y preparándonos para estar listos para recibir el Espíritu Santo que realizará la voluntad del Padre y el amor de Jesús.

Nuestra Señora dice: "Cada vez que rezas el Rosario, el cielo se abre y brota gracias a todos". Los misterios que se meditan están relacionados con el amor de Cristo, la misericordia del Padre, la fuerza del Espíritu Santo y la bendita Virgen María. Es importante porque rezando el Rosario, o una corona franciscana, nos acercamos a Jesús y esa paz que pedimos para el mundo se hace presente y real.