13071247 Aprobacion de la Vida Segunda de Celano


13 de julio de 1247: Aprobación de la Vida Segunda de Celano en el Capítulo General de Lyon

La Vita Secunda de Tomás de Celano fue escrita en respuesta a un llamado en el Capítulo General de 1244 para un nuevo relato de la vida de Francisco. Inocencio IV había comenzado su pontificado y Crescentius de Lesi era Ministro General de la Orden Franciscana. Los primeros compañeros sobrevivientes de Francisco estaban envejeciendo y muchos habían muerto, por lo tanto, se les pidió que escribieran sus recuerdos para compilarlos. Los hermanos Leo, Rufino y Angelo se implicaron especialmente en este trabajo.

El proceso de recopilación de información duró dos años y los resultados debieron ser un punto de referencia para la Vita Secunda. Crescencio aprobó oficialmente la vita el 13 de julio de 1247 y posteriormente la envió a Buenaventura, quien había sido su representante en el Capítulo General. Clara todavía estaba viva en el momento de su finalización, aunque muy enferma

También es importante señalar que este fue un período de cambio y disidencia para la Orden. La creciente prominencia de la Orden en las Escuelas de París y la adquisición de propiedades, hizo que muchos hermanos sintieran que se estaban ignorando los preceptos originales de Francisco.

En el prólogo de la Vida Segunda, Tomás de Celano expone los motivos principales de esta nueva biografía sobre san Francisco: “En primer lugar, esta obra contiene algunas maravillas sobre la conversión de san Francisco no incluido en las leyendas anteriores escritas sobre él porque nunca llamaron la atención del autor. Luego trataremos de expresar y manifestar cuidadosamente la buena, agradable y perfecta voluntad de nuestro santísimo padre. Esto le concierne tanto a él como a sus seguidores, el ejercicio de la disciplina celestial y la búsqueda de la más alta perfección que siempre expresó en el amor a Dios y en el ejemplo vivo para los demás” (Prol 2,1-2).

Recordemos La Vida Primera había sido encargada directamente por Gregorio IX. La Vida Segunda en cambio, fue fruto de la voluntad de la autoridad de la Orden, en la persona del Ministro General Crescencio de Lesi. Cuando en 1244 Crescencio pidió a los frailes que le presentaran por escrito lo que recordaran sobre la vida y los prodigios de san Francisco, su objetivo era el de completar las partes faltantes de la Vida Primera, que era un opus perfectibile, es decir, un documento que había que completar. Aquí es donde entran los recuerdos de los tres compañeros, para ayudar a Tomás de Celano a redactar una biografía completamente nueva de San Francisco.

El resultado indica que hubo colaboradores, pero el estilo de la pluma de Tomás es evidente. Fray Celano tuvo acceso a un cúmulo de información documental, que muy bien podría haber sido suministrada por Crescencio a raíz de las memorias que los hermanos León, Rufino y Angelo habían enviado desde Greccio en 1246, así como otras memorias provenientes de otros frailes que había conocido personalmente a Francisco. 

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