Navidad de San Francisco

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San Francisco, quien había pasado una vida de penitencia y ayuno, dijo a sus hermanos el día de navidad: "No hemos de ayunar el día en que nos ha nacido el Señor". Aún en la más grande pobreza, Francisco entendió que este día debía ser de regocijo por la venida del divino Niño.

Francisco se maravilla y hace fiesta por los misterios de Dios; así es que San Francisco se conmovía por las penurias que pasó la Virgen María en la noche de la Natividad (cf. 1Cel 200), por ello deseaba que en Navidad “hasta las paredes coman carne” y que “los ricos den de comer en abundancia a los pobres y hambrientos y que los bueyes y los asnos tengan mas forraje y hierba de lo acostumbrado”. “Que todos arrojen trigo y grano por los caminos, para que en tan gran solemnidad las avecillas tengan también alimento en abundancia” (2Cel 200).