Por que San Antonio sostiene al Nino

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Para 1231, después de muchos viajes, y muchas enfermedades San Antonio empezó a desgastarse. Sufría de hidropesía, y ya no le quedaban muchas fuerzas. Durante toda la Cuaresma de 1231 predicó a una multitud cada vez mayor en Padua, pero su predicación y las interminables horas de confesiones lo dejaron postrado. 

Fue en este tiempo que Antonio tuvo una premonición de su próxima muerte. Los frailes y el conde Tiso lo invitaron a ir a una ermita en Camposampiero, un pueblo no muy lejos de Padua, para que pudiera recuperar sus fuerzas. Tiso había sido uno de los políticos sin escrúpulos vistos en el relato anterior, pero después de escuchar a la prédica de Antonio, se había convertido y había donado el terreno a los frailes sobre los que se construyó la ermita en Camposampiero.

El suelo estaba húmedo en esta época del año y agravó la enfermedad de Antonio, por lo que, en las ramas de un nogal se le construyó una habitación, para resguardarlo. Una noche, el conde Tiso pasaba por la habitación de Anthonio cuando fue atraído por una luz potente. Al principio temió una tragedia, por lo que irrumpió en la habitación. Allí vio a Antonio en éxtasis abrazando al Niño Jesús. Este le rogó que no le contara a nadie lo que había visto, y Tiso respetó los deseos del Santo hasta después de su muerte.

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