Convento Franciscano Santa Ines de Praga

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Santa Inés de Praga, la hija menor del rey Otakar I de Bohemia, recibió educación en dos conventos, lo que tuvo el efecto en su futura decisión en dedicarse a la vida religiosa. Su padre la prometió al hijo del rey Enrique de Hohenstaufen y por lo tanto Inés fue Viena, donde conoció a la arquitectura gótica cisterciense. 

Después de la cancelación se su compromiso se devolvió a Praga, donde recibió otra oferta de matrimonio del rey Federico II Hohenstaufen, pero a la muerte de su padre, y con el apoyo de su familia y del Papa, estableció su propio convento. 

Inés se decidió por la parte femenina de la Familia Franciscana, establecida por Santa Clara de Asís, que vivía en la iglesia de Santo Damián, cerca de Asís. La filosofía de la Orden de las clarisas era parecida a la de la Orden de Frailes Menores y además las monjas se dedicaban a cuidar a los enfermos.

 Las ideas de San Francisco llegaron también a la Bohemia y penetraron al Corte Real. La primera seguidora de esta filosofía era la prima de Santa Inés –Isabel de Hungría (princesa de Hungría). En esa edad, las órdenes todavía etaban formándose, y por lo existieron conflictos con la curia papal.

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