Crucifixion San Juan Evangelista Juan Bautista Francisco
La Crucifixión con la Virgen, San Juan Bautista, San Juan Evangelista y San Francisco (completada entre 1460 y 1465)
La principal fuente sobre la vida de Paolo Uccello es la biografía de Giorgio Vasari, escrita 75 años después de su muerte. Además de su obra, solo existen unos pocos documentos contemporáneos que se consideran oficiales.
Según Vasari, la primera pintura de Uccello fue un San Antonio entre los santos Cosme y Damián, un encargo para el hospital de Lelmo. Posteriormente, pintó dos figuras en el convento de Annalena. Poco después, pintó tres frescos con escenas de la vida de San Francisco sobre la puerta izquierda de la iglesia de Santa Trinidad.
Estas obras serían consideradas una gran y hermosa obra, ya que constituyeron el primer ejemplo de cómo las líneas podían utilizarse con maestría para representar la perspectiva y el tamaño. Como resultado, se convirtió en un modelo para artistas que deseaban crear ilusiones espaciales para realzar la realidad de sus pinturas.
Vasari describió a Uccello como un hombre bastante tímido y solitario, totalmente absorto en sus estudios de perspectiva y «dotado de una mente sofisticada, disfrutaba investigando mecanismos complejos y los extraños productos del arte de la perspectiva». Uccello era un artista muy valorado, aunque «pasó su vida en estas extravagancias, terminando tan pobre como famoso».
Por su temática y formato, La Crucifixión con la Virgen, San Juan Bautista, San Juan Evangelista y San Francisco se ha considerado el panel central de una predela cuyas demás escenas permanecen sin identificar, ni se sabe dónde fue pintada ni para qué retablo.
Uccello desplegó un riguroso uso de la simetría, al que contribuyen tanto el paisaje como otros elementos. Organizó la escena a través de las figuras separadas y aisladas, que no establecen ninguna comunicación entre sí, salvo la comunicación interna compartida que cada una establece con Cristo.
Al fondo, el artista representó un entorno árido y natural, en el que las figuras se destacan por las líneas rigurosas que definen sus contornos y formas, contrastando con los densos ocres del fondo. En primer plano del paisaje, Uccello colocó matas de vegetación densa, que crean un patrón y rodean la roca sobre la que se asienta la cruz. Las figuras son de un tipo que el artista utilizó en otras composiciones: son delgadas y visten prendas que caen en pliegues rítmicos y simétricos (en particular, San Juan Bautista). También presentan contornos precisos, narices puntiagudas y gestos refinados.
Desde que Raimond van Marle la publicó por primera vez como obra de Uccello, la atribución ha sido generalmente aceptada, con solo algunas excepciones. La datación ha sido más debatida, y la tabla se ha considerado tanto una obra tardía como temprana del artista. Boskovits, cuya datación es la generalmente aceptada, sugirió que fue pintada alrededor de 1460-1465, y comparó el estilo y la técnica con la predela del oratorio de la Anunciación en Avane, actualmente expuesta en el Museo de San Marcos de Florencia.
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