San Antonio de Padua


El día 13 de Junio, la familia franciscana celebra en honor a San Antonio de Padua, santo franciscano de origen portugués, fue sacerdote y doctor de la Iglesia. En 1210 ingresó al monasterio de San Agustín, cerca de Lisboa. Para lograrlo, debió renunciar a la herencia familiar. Siendo ya sacerdote en 1219, conoció la comunidad franciscana de Coimbra, establecida en el eremitorio de Olivais. Antonio se sintió atraído por su modo de vida fraterno, evangélico y en pobreza. Cuando llegaron a su monasterio restos de los primeros mártires franciscanos, muertos en Marrakech, decidió ingresar en esta nueva Orden Franciscana, que aún carecía del prestigio que alcanzaría más adelante.

Fray Juan Parenti, provincial de España, presidió la sencilla ceremonia de toma de hábito franciscano (verano de 1220), en la que cambió el nombre de Fernando por el de Antonio. Tras un breve noviciado, embarcó hacia Marruecos con fray Felipe de Castilla. Al desembarcar contrajo malaria, enfermedad que le dejaría secuelas para toda la vida. Permaneció algún tiempo en Milazzo, donde había una comunidad franciscana, para completar su recuperación. En junio de 1221 asistió al capítulo de su orden en Asís (capítulo de las Esteras, que convocó a 3.000 franciscanos). Fue entonces que conoció a San Francisco. A mediados de 1222 y debido a su predicación en la catedral de Forli con ocasión de las ordenaciones de franciscanos y dominicos, su provincial le nombró predicador y le encargó ejercer su ministerio por todo el norte de Italia.

Su labor catequética en Rímini en 1223 fue difícil, pero logró la conversión de los cátaros. Después estuvo en Bolonia, enseñando teología a otros frailes, en el convento de Santa María de la Pugliola. Antonio fue el primer maestro de la orden, recibiendo para ello el permiso de San Francisco, que le escribió una carta llamándole "mi obispo". Hacia 1224, sus superiores lo trasladaron al sur de Francia. Su método para combatir la herejía consistía en llevar una vida ejemplar, charlando con los no creyentes. Prosiguió su enseñanza teológica en Montpellier, donde se formaban los franciscanos y dominicos. Fue nombrado guardián del convento de Le Puy-en-Velay, y desde el capítulo de Arlés de 1225, custodio de Limoges. Logró establecer la residencia de franciscanos en una antigua ermita benedictina y fundó un convento cerca de Brieve.


La muerte de San Francisco el 3 de octubre de 1226 obligó a San Antonio a viajar hacia Asís, para asistir al capítulo general que debía elegir nuevo ministro general. Éste Capítulo tuvo lugar el 30 de mayo de 1227, siendo elegido fray Juan Parenti. San Antonio continuó recorriendo los lugares de su provincia donde había conventos franciscanos.

En Padua, fundó una escuela franciscana y comenzó a escribir una serie de sermones. Fruto de su labor fue el aumento de las misiones de predicación y la fundación de nuevos conventos. Presentó ante SS. Gregorio IX varias cuestiones sobre la Regla franciscana para su estudio y aprobación. Al regresar a Padua, se instaló junto al convento de clarisas, predicando en el convento franciscano de Santa María, extramuros de la ciudad. El viernes 13 de junio colapsó, y murió Antonio esa misma tarde. No tenía aún cuarenta años. Fue proclamado doctor de la Iglesia en el año 1946.

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