San Lorenzo de Brindis en la Batalla de Albareale
“San Lorenzo de Brindis en la Batalla de Albareale” de Giuseppe Grandi (1843-1894), italiano, Pinacoteca, Ciudad del Vaticano, Roma, Italia.
San Lorenzo, santo franciscano y Doctor de la Iglesia, fue representado en la Batalla de Albareale (también conocida como la Batalla de Alba Iulia). Esta pintura, que se encuentra en la Pinacoteca de los Museos Vaticanos en Roma, probablemente retrata el papel de San Lorenzo como pacificador y mediador durante la batalla, posiblemente inspirando a las tropas. El artista, Giuseppe Grandi, fue un escultor y pintor italiano conocido por sus obras históricas y religiosas.
San Lorenzo de Brindisi es una figura significativa de la Contrarreforma, conocido por su predicación, diplomacia y escritos. La Batalla de Albareale (Alba Iulia) tuvo lugar en 1601 en Transilvania, actualmente parte de Rumanía. San Lorenzo estuvo presente como legado papal y se cree que desempeñó un papel de mediador entre las partes en conflicto.
El artista italiano Giuseppe Grandi (1843-1894) creó la pintura.
En octubre de 1601, los turcos, con un número de entre 80.000 y 90.000 hombres, estaban apostados cerca de Albareale, mientras que las fuerzas cristianas contaban con menos de 30.000 hombres. El padre Lorenzo, vestido con su hábito capuchino, inspiró a los soldados cristianos con sus poderosos discursos, prometiéndoles la victoria. Algunos oficiales en un consejo de guerra expresaron dudas sobre enfrentarse al enemigo, fuerte y bien posicionado. Sin embargo, el padre Lorenzo los animó, citando las Escrituras para infundirles confianza, lo que los llevó a decidirse a luchar.
El día de la batalla, el Padre Laurence lideró la carga, animando a los soldados con palabras motivadoras. La feroz batalla continuó durante horas, pero finalmente las fuerzas cristianas lograron abrirse paso y lograron una victoria decisiva el 11 de octubre de 1601. A pesar de esta derrota, el sultán turco Mahoma III no reconoció su derrota. Intentó enfrentarse de nuevo a los cristianos tres días después. Durante este encuentro, el Padre Laurence se vio rodeado por el enemigo, pero se negó a retirarse y dirigió a sus hombres en una nueva carga. Los turcos, presas del pánico, se retiraron, sufriendo grandes pérdidas.
Como resultado de estas victorias, muchos atribuyeron el éxito al Padre Laurence. Mahoma perdió 30.000 de sus tropas. El importante papel del Padre Laurence fue reconocido formalmente más tarde, y durante su beatificación en 1783, se pintó una escena que lo representaba en la Batalla de Albareale. El aprecio por el Padre Laurence era evidente entre los soldados que, antes irrespetuosos, ahora buscaban su bendición. Tras la batalla, el Padre Laurence regresó a Italia, viajando principalmente a pie para mantener su anonimato. Visitó Loreto, donde ofició misa con humildad durante la Cuaresma, cumpliendo su anhelo de honrar a la Santísima Virgen. Sus acciones y devoción dejaron una huella imborrable, y muchos soldados reconocieron su fortaleza y carácter al liderarlos en un momento crucial de la historia.




Comments
Post a Comment