Seraphicus Patriarcha
El 24 de junio de 1978, la Santa Sede, a través de la carta apostólica Seraphicus Patriarcha, aprobó la Regla renovada de la Orden Franciscana Seglar. Fue el Papa Pablo VI, quien en su juventud fue terciario franciscano, quien hizo este regalo a la Familia Franciscana, unas semanas antes de su muerte. Ya han pasado más de 40 años desde esta aprobación.
Breve Apostólico «Seraphicus Patriarcha»
por el que se aprueba y confirma la
Regla de la Orden Franciscana Seglar
PABLO VI, PAPA
Para
perpetua memoria
El Seráfico Padre, San Francisco de Asís, mientras vivió, y
después de su preciosa muerte, no sólo atrajo a muchísimos para que sirvieran a
Dios en la familia religiosa que fundó, sino que también incluyó a muchos
seglares a seguirle, en la forma en que les fuese posible en el mundo. Para
decirlo con palabras de Nuestro Predecesor Pío XI: «... no ha habido otro
hombre en el cual brillara de manera más semejante y fiel la imagen de Cristo,
que en Francisco. Por esto, ha sido denominado con razón otro Cristo, pues se presentó a
la sociedad de su tiempo y a los siglos futuros como un Cristo viviente; y como
vivirá hoy y para siempre a los ojos de los hombres» (Enc. Rite expiatis, del 30-IV-1926;
A.A.S. 18, 1926, p. 154).
Nos alegramos profundamente de que el «carisma franciscano»,
en esta época nuestra, en la que cunden tantas otras doctrinas, y se fomentan
tantas inclinaciones que apartan los ánimos de Dios y de las realidades
superiores, se mantenga aún en vigor del legado de Francisco, para bien de la
Iglesia y de la sociedad humana. Por consiguiente, con laudable solicitud y
unión de esfuerzos, las cuatro Órdenes Franciscanas han trabajado, durante un
decenio, para elaborar una nueva Regla de la Tercera Orden Seglar o, como ahora
se llama, Orden Franciscana Seglar.
Esta renovación se consideró necesaria dados los cambios en
las condiciones de los tiempos y porque el Concilio Vaticano II había formulado
preceptos y recomendaciones al respecto. Nuestros amados hijos, los Ministros
Generales de las cuatro Órdenes Franciscanas nos suplicaron que aprobáramos la
Regla así redactada. Siguiendo el ejemplo de algunos Predecesores Nuestros,
decidimos acceder de buen grado a tal petición.
Tenemos la plena confianza de que la forma de vida
predicada por el admirable Varón de Asís florecerá con nuevo impulso,
consultada la Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares,
que examinó diligentemente el ejemplar que se le entregó, ponderadas todas las
cosas, con ciencia cierta y madura deliberación, y con la plenitud de Nuestra
potestad Apostólica, en virtud de las presentes Letras, aprobamos y confirmamos
la Regla de la Orden Franciscana Seglar, a la que añadimos la fuerza de la
sanción Apostólica, con tal que concuerde con el ejemplar que se guarda en el
archivo de la misma Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos
Seculares, y cuyas primeras palabras son «Inter spirituales familias», y las
últimas «ad normam Constitutionum, petenda». Al mismo tiempo, por las Presentes
y por Nuestra Autoridad, abrogamos la anterior Regla de la que se llamaba
Tercera Orden Franciscana Seglar. Establecemos, finalmente, que estas Letras
sean firmes y que produzcan plenamente sus efectos ahora y en el futuro, sin
que obste nada en contrario.
Dado en
Roma, junto a San Pedro, bajo el anillo del Pescador, el día 24 de junio de
1978, decimosexto año de Nuestro Pontificado.
Juan
Card. Villot
Secretario de Estado
Secretario de Estado
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