Los ultimos años de la vida de San Francisco

La simpatía universal de San Francisco nos hace preguntarnos cómo fueron los últimos años de la vida del santo. Estos últimos dos años se pueden resumir en tres grandes eventos:

1. La estigmatización en el Alverna
2. La celebración del nacimiento en Greccio
3. El resgreso a la Porciúncula para recibir a la hermana muerte

El viaje a Egipto afectó la vista de Francisco hasta el punto de estar casi completamente ciego. Los dos últimos años de su vida fueron de grandes sufrimientos físicos. El deterioro de su cuerpo, y las enfermedades le ocasionaba dolores todo el tiempo, pero Francisco ofrecía todo esto  a Dios todo como penitencia, pues se consideraba gran pecador y también deseaba la salvación de las almas. Sus hermanos decían que fue durante su enfermedades, donde sentía una mayor necesidad de cantar.

En el verano de 1225 estuvo tan enfermo, que el cardenal Ugolino y el hermano Elías le obligaron a visitar al médico del Papa en Rieti. El Santo obedeció con sencillez. De camino a Rieti fue a visitar a Santa Clara en el convento de San Damián. Ahí, en medio de los más agudos sufrimientos físicos, escribió el "Cántico del hermano Sol" y lo adaptó a una tonada popular para que sus hermanos pudiesen cantarlo.

Sus hermanos le llevaron entonces a Siena a consultar a otros médicos, pero para entonces Francisco ya se encontraba moribundo. Fue momento de escribir su testamento que dictó para sus frailes, en donde les recomendó practicar la caridad fraterna, los exhortaba a amar y observar la santa pobreza, y a amar y honrar a la Iglesia. 

Dictó un nuevo testamento, en donde recomendó a sus hermanos que observasen fielmente la regla y trabajasen, no por el deseo de lucro, sino para evitar la ociosidad y dar buen ejemplo.

Cuando Francisco volvió a Asís, el Obispo le hospedó en su propia casa, y ahí recibió la noticia de que le quedaba muy poco tiempo de vida. "¡Bienvenida, hermana Muerte!", exclamó San Francisco.

Su deseo fue que lo trasportasen a la Porciúncula, para ahí morir. De camino pidió que lo detuvieran un momento, para bendecir a la ciucad de Asís.

Su amiga, Fray Jacoba, fue llamada, y acudió a tiempo para despedirlo, y aún lo gró enviar un último mensaje a Santa Clara y sus hermanas.

Murió el 3 de octubre de 1226, después de escuchar la lectura de la Pasión del Señor según San Juan. 

¡San Francisco de Asís: ruega a Jesús que lleguemos a amarlo tan intensamente como lo lograste amar tú!