Novena a Santa Clara dia 2

Oración Inicial

Gloriosa Santa Clara, virgen prudente y fiel. Por tu Dios supiste renunciar a todo, dejarlo todo. De tu corazón brotaba aquella afirmación del seráfico Padre: “Tu eres el bien, sumo bien, todo bien, Señor, Dios vivo y verdadero”.

Ya desde adolescente comprendiste la oposición existente entre lo que pide Jesús y cuanto te rodeaba… y decidiste darte a Jesús toda entera, sin reserva alguna, sin miedo al sacrificio. Obtennos de tu Dios la gracia de seguir a Cristo pobre y sentir en nuestro corazón el fuego de su amor. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Aclamaciones

- Loados seas mi Señor, por nuestra Hermana Clara, que se abrazó por tu amor a la pobreza santa. (Padrenuestro)

- Loados seas, mi Señor, por su vida penitente y liberada. A Ti, el honor, la gloria y la alabanza. (Padrenuestro)

- Loado seas, mi Señor por su vida alegre y entregada, y porque suscitaste por doquier miles a su semejanza. (Padrenuestro)

Reflexión

Clara había oído del joven Francisco, su paisano, que se había entregado a Cristo, y que él seguía un grupo de juventud… Aquella Cuaresma de 1212 tuvo la oportunidad de oírle en la Catedral. Su alma vibraba ante el nuevo ideal por el vivido y propuesto. En lo hondo de su alma comenzó a repiquetear la voz de Dios; Olvida tu casa y tu gente, olvida tu hogar y sal de tu pueblo”.

La lucha interna era grande. Otras voces se alzaban también dentro de Clara: “Tienes solamente dieciocho años. ¿Vas a tener valor para dejar casa y familia? Pero la voz de Dios cada día resonaba más fuerte: Y llega la noche del Domingo de Ramos. Sale de su hogar por una puerta secretara y acompañada por su amiga Pacífica, va hasta la Porciúncula, donde la esperan Francisco y sus frailes. Santa María de los Ángeles está engalanada de fiesta y allí, ante el altar de la Virgen, Clara se va a consagrar a Dios. Una túnica oscura de lana, una cuerda de nudos y unas sandalias pasan a ser su vestido. Luego, de rodillas, inclina su cabeza y Francisco va acortando su rubia cabellera. Clara ha abandonado el mundo por Cristo. Ha dicho adió a comodidades, lujos y halagos. Ha nacido la 2ª. Orden Franciscana.

Oración Final

Gloriosa Clara de Asís. Hoy hemos admirado tu valentía en seguir a Cristo, “tu bien, todo bien, sumo bien”. Queremos seguir tu ejemplo y amar a Dios como nuestra única riqueza. Por aquella fidelidad a la gracia que te convirtió en la hija predilecta de San Francisco, despreciando, como él, cuanto el mundo te brindaba de halagador, obtennos de tu Dios que, dóciles a sus inspiraciones, sigamos tus huellas de renunciamiento, fidelidad y demás virtudes que te llevaron a la cima de la santidad… y sepamos superar con valor cualquier dificultad por amor a Aquel que tanto nos ha amado. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor Amen.


Novena a Santa Clara de Asís
Por Fr. Ángel García de Pesquera, ofm cap

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