Lecciones del Padre Pio


Francisco Forgione nació el 25 de mayo de 1887 en una familia de agricultores pobres en el pequeño pueblo de Pietrelcina, Italia. Desde muy joven, el pequeño Francisco fue muy piadoso y expresó su deseo de ser sacerdote desde muy temprano. En 1903, a la edad de quince años, Francisco ingresó al noviciado para los frailes franciscanos capuchinos, tomando el nombre de Pio. Fue ordenado Sacerdote siete años después.

Un día, mientras oraba, San Padre Pío experimentó una visión del Cristo herido y recibió los Estigmas. Según esta fuente, los estigmas son:

... las heridas de Jesús infligidas por Dios sobre el cuerpo del alma santa-mística-víctima. Consisten en las cinco heridas de Jesús, que son las heridas de las uñas en las manos y los pies, junto con la herida en el costado, al lado del corazón. Pueden ser visibles o invisibles. El propósito principal de los estigmas es que el santo pueda sufrir en unión con Jesús por la conversión de los pecadores, es decir, por la redención de la humanidad.

En poco tiempo, la noticia de sus estigmas se había extendido. El Padre Pío se hizo conocido y tuvo una gran influencia espiritual: no solo en Italia, sino en todo el mundo.

Era mejor conocido por su piedad, su calidad de predicación, su habilidad para leer almas, su papel de confesor, sus misas devotas (¡que, cuando estaba en éxtasis, podía durar hasta tres horas!) Y su capacidad de bilocar.

A mediados de la década de 1960, la salud del Padre Pío comenzó a declinar rápidamente; El 23 de septiembre de 1968, murió.

El Papa Juan Pablo II, ahora San Juan Pablo II, canonizó al Padre Pio en 2002. San Padre Pio es el santo patrón de los voluntarios de defensa civil, adolescentes y la ciudad de Pietrelcina. Su fiesta se celebra el 23 de septiembre.

LO QUE PODEMOS APRENDER DEL PADRE PIO

La vida del Santo Padre Pío, en la tierra, tocó muchas vidas y continúa hasta nuestros días. Todavía hay muchas maneras en que podemos aprender de la predicación de este gran santo.

1. "No tienes que ser digno, solo tienes que estar dispuesto".

Puede ser fácil sentirse indigno de ocupar una posición determinada o ser puesto a cargo de una tarea. Padre Pio nos recuerda que solo necesitamos estar dispuestos a aceptar el desafío. No tenemos que ser perfectos de ninguna manera. El Señor solo requiere que digamos que sí.

2. "Dios nunca permitirá que nos suceda algo que no sea para nuestro mayor bien".

Esta es una realidad difícil de tragar, especialmente cuando no recibimos un resultado que esperábamos. Pero es un gran recordatorio de Romanos 8:28: "Sabemos que todas las cosas funcionan para bien para los que aman a Dios ..." Dios sabe lo que está haciendo, después de todo, y nos tiene a todos en el palma de su mano. Simplemente necesitamos confiar en sus caminos, por difícil que sea.

3. "Dios siempre nos dará más de lo que merecemos".

¡Qué gran aliento! Una vez que le entregamos a Dios las riendas, a menudo tiene una forma divertida de devolver el favor bendiciéndonos más de lo que podríamos haber imaginado.

4. "Sirve al Señor con risas".

Esto se explica por sí mismo. Risa. Se alegre. Sonrisa. Nunca sabemos a qué día podríamos dedicarnos con una simple risa, sonrisa o palabra amable.

5. "Ora, espera, no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tus oraciones".

"Orar, esperar y no preocuparse" es probablemente el dicho más famoso del Padre Pío; sin embargo, a menudo no escuchamos la segunda parte, que es: "La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tu oración".

¡La preocupación realmente no tiene sentido! Es como una mecedora: nos da algo que hacer, pero no nos ayuda a avanzar. Por supuesto, casi siempre habrá algo de qué preocuparse, pero detenerse en esa preocupación no ayudará a remediar la situación. El Señor escucha todas y cada una de nuestras oraciones y su misericordia nunca falla.

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