Novena a Nra Sra de los Angeles dia 5



INVOCACIÓN

Acuérdate, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno que acuda a tu protección, implorado tu socorro y reclamado tu asistencia haya sido abandonado. Con esta confianza a ti nos dirigimos, oh Virgen de las vírgenes; y gimiendo bajo el peso de nuestros pecados, nos postramos a tus pies. Oh Madre del Verbo, no desprecies nuestras súplicas, antes bien escúchalas y acógelas benignamente. Amén.

ORACIÓN INICIAL

Oh Soberana Reina de los Ángeles, Madre amorosa de la Familia Franciscana que te dignaste en interceder para que San Francisco obtuviera la Indulgencia Plenaria de la Porciúncula, te damos gracias por este y por todos los innumerables beneficios recibidos por tu intercesión poderosa y te suplicamos que nos protejas en todos los momentos de nuestra vida, sobre todo cuando nos aflijan las preocupaciones; a esa hora, Oh Virgen y Madre de Dios, socórrenos desde el cielo con amor de Madre y con esplendidez de Reina. Vela por los hijos de San Francisco, Oh Reina Soberana de los Ángeles por amor a Cristo, Nuestro Señor. AMEN.

DIA QUINTO

Excelsa Reina de los Ángeles, que en el curso de vuestras vida mortales, nos has manifestado tanto cariño, y has alabado las obras de Dios y el orden y las maravillas que enriquecen la tierra, intercede para que toda la creación sea consagrada, cuanto antes, al servicio de Dios.

¡Qué consuelo para nosotros, los hijos de Francisco poder contemplar la creación como él lo hizo!

 La perfecta armonía de las leyes divinas que gobiernan el mundo. Qué satisfacción para nuestras almas, ver en todas las creaturas la gloria del señor.

¡Oh tierna Madre! haz que el mundo comprenda como lo hizo nuestro Padre San Francisco, que los "Cielos narran la gloria de Dios y que el firmamento publica las obras de sus manos".

¡Sea éste el himno que el mundo eleve, sin descanso hacia su Creador!

ORACIÓN FINAL

¡Oh Gloriosa Santa María de los Ángeles! Madre de Dios y Madre nuestra, a ti acudimos con toda confianza pidiendo que nos escuches. Desde tu trono, tierna Madre, rodeada de  Ángeles baja a nosotros tu mirada.

Consuela nuestras almas, ruega por tus hijos pecadores, por las almas del purgatorio, y por todos los enfermos, consiguiéndoles la salud o la resignación cristiana.

Guárdanos bajo tu manto, protégenos del enemigo y por amor a tu Divino hijo, obtennos la eterna salvación y la gracia que humildemente pido.

(PÍDASE LA GRACIA QUE SE DESEA)

Se hace un ofrecimiento libre que puede ser un Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Pero para el Franciscano es preferente hacer alguna pequeña obra de caridad como obsequio a la Virgen.

JACULATORIA

¡Reina de los Ángeles, Ruega por nosotros! Amén.

Sigue el resto de la novena: día 1 - día 2 - día 3 - día 4 - día 5 - día 6 - día 7 - día 8 - día 9




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