Protomartires franciscanos

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Bernardo, Pedro, Acursio, Adyuto y Otón lograron ser los primeros mártires franciscanos (protomártires, al aceptar una misión para ir a Marrueco, que les fue encomendada por el mismo San Francisco de Asís .

Debían anunciar el cristianismo a los musulmanes. Viajaron en barco en el año de 1219. Marruecos se encuentra en la esquina noroeste de África y el viaje fue largo y peligroso. 

El grupo llegó a Sevilla, España. Comenzaron a predicar de inmediato, en las calles y en las plazas públicas. La gente los trataba como si estuvieran locos y los arrestaban.

Predicar el evangelio es a menudo un trabajo peligroso. Dejar la patria y adaptarse a nuevas culturas, gobiernos e idiomas es bastante difícil; pero el martirio corona todos los demás sacrificios.

Luego intentaron predicar en tierras musulmanas, pero no hicieron conversos. Continuaron a Marruecos donde fueron inmediatamente detenidos y se les ordenó abandonar el país.

Ellos rechazaron la retirada. Cuando comenzaron a predicar nuevamente, un sultán exasperado ordenó su ejecución. Después de soportar severas palizas y rechazar varios sobornos para renunciar a su fe en Jesucristo, el sultán decapitó a los frailes el 16 de enero de 1220.

Estos fueron los primeros mártires franciscanos. Cuando Francisco se enteró de su muerte, exclamó: "¡Ahora sí puedo decir que tengo cinco frailes menores!" Sus reliquias fueron llevadas a Portugal, donde incitaron a un joven canon agustino a unirse a los franciscanos y partir hacia Marruecos al año siguiente. Ese joven era Antonio de Padua. Los cinco mártires fueron canonizados en 1481.

Reflexión

La muerte de Bernardo y sus compañeros despertó una vocación misionera en Antonio de Padua y otros. Muchos franciscanos han respondido al desafío de Francisco. Proclamar el evangelio puede ser fatal, pero eso no ha detenido a los hombres y mujeres franciscanos que incluso hoy arriesgan sus vidas en muchos países de todo el mundo.