Novena a Santa Clara dia 6

Oración Inicial

Santa Clara de Asís, virgen prudente y sabia. Tú obtuviste de tu Dios la gracia de imitar en total fidelidad a Cristo, pobre y humilde, y así te lo concedió la Iglesia. Tú sabías que uno de los mayores obstáculos para alcanzar la virtud es el apego a los bienes de la tierra y que la perfección de la vida cristiana exige que sea Dios nuestro único tesoro y en él esté fijo nuestro corazón. A cambio de todo ello Jesús te concedió su paz. Alcánzanos que sepamos valorar en su justa medida las cosas de este mundo y anhelar constantemente las del cielo. Te lo suplicamos por Jesucristo nuestro Señor, Amen.

Aclamaciones

-Loado seas, mi Señor, por nuestra Hermana Clara, que se abrazó por tu amor a la pobreza santa (Padrenuestro)

-Loados seas, mi Señor, por su vida penitente y liberada. A ti, el honor, la gloria y la alabanza. (Padrenuestro)

-Loados seas, mi Señor, por su vida alegre y entregada y porque suscitaste por doquier miles a su semejanza (Padrenuestro)

Reflexión

San Damián es el recinto que congrega a Clara y sus hermanas. Habla de silencio, de entrega, de renuncia alegre, de paz. Es una iglesia minúscula, un coro pobre, dormitorios pequeños, una huerta amurallada. Allí Clara pasó toda su vida consagrada. Las exigentes palabras de Jesús estaban allí hechas vida. Aquellas religiosas habían renunciado a todo, habían dado sus bienes a los pobres y habían cargado alegremente con la cruz. No llevaban dinero, ni alforja, ni abrigo, ni cayado. Pero allí había una paz y una felicidad desbordantes y comunicativas. Ningún visitante distraído podía dejar de percibirlas. Allí todo es calma, todo es alegría, todo es recogimiento y paz. La felicidad se hace sensible. Era la mejor propaganda de su ideal, que, vivido con aquella ilusión, forzosamente tenía que suscitar seguidores. Así se explica el crecimiento prodigioso de conventos de Damas Pobres, no sólo en Italia, sino también en Francia, España, Austria, Bohemia. En vida de Santa Clara existían ya en España veinte monasterios de Clarisas. Santa Clara, encerrada en una comunidad de clausura, supo irradiar la luz de su ideal más allá de San Damián, pasando a ser una de las grandes figuras femeninas de la alta Edad Media.

Oración Final

Gloriosa Santa Clara de Asís. Dios infundió en tu corazón un profundo amor a la pobreza y a toda palabra que proceda del Señor. Tu itinerario espiritual va marcado por un despojo interior y exterior que te liberó de toda traba o atadura y te hizo vivir en un remanso de paz alegre y serena. Queremos que nuestra vida, a ejemplo tuyo, sea un continuo esfuerzo por unirnos cada día mas a Cristo pobre y fundamento de la felicida. Negándote a ti misma y cargando con la cruz, seguiste a Cristo en entrega generosa, y le elegiste como tu roca y tu hereda. Ayúdanos para que sigamos tus ejemplos y para que nuestro corazón esté siempre fijo en el Señor. Te lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Novena a Santa Clara de Asís
Por Fr. Ángel García de Pesquera, ofm cap

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