Novena a Santa Clara dia 8

Oración Inicial

Santa Clara de Asís, Madre y Maestra de tus hermanas. En tu vida admiramos, junto con la virtud de la pureza virginal y la austeridad de tu penitencia, tu bondad y tu amor. Diste tus cosas, y sobre todo, te diste a ti misma al servicio de tu Dios y al servicio de tus hermanas. Con tu actitud supiste hacer amable la virtud y atraer a muchos hacia la bondad. Obtennos de tu Dios vernos libres de pecado y que, al ver nuestras buenas obras, los demás, glorifiquen a Dios. Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor, Amén.

Aclamaciones

-Loado seas, mi Señor, por nuestra Hermana Clara, que se abrazó por tu amor a la pobreza santa (Padrenuestro)

-Loados seas, mi Señor, por su vida penitente y liberada. A ti, el honor, la gloria y la alabanza. (Padrenuestro)

-Loados seas, mi Señor, por su vida alegre y entregada y porque suscitaste por doquier miles a su semejanza (Padrenuestro)

Reflexión

Las crónicas nos hablan de la bondad y amor de Santa Clara. Era la suya una fraternidad agrupada por la piedad y el silencio. Y apoyada en aquella abadesa que durante el invierno, en los días fríos, se levantaba cada noche para comprobar que todas las hermanas estaban bien arropadas; que, si alguna estaba enferma, le preparaba alimentos especiales; que, si otra aparecía preocupada multiplicada sobre ella la ternura y el efecto para devolverla la paz… En el proceso de canonización se demuestra un gracioso milagro que demuestra la solicitud y ternura de Clara para con sus hijas. Había en San Damián una enferma que languidecía por falta de apetito. Desconsolada, le preguntó Santa Clara que le apetecía: -Ah! -dijo la enferma-, si tuviera truchas de Tupino y tortas de Nocera, las comería a gusto, pero “donde hallarlas?. Se arrodilló Santa Clara… y casi de inmediato se oyeron golpes en la puerta. ¡Era un joven que traía dos paquetes, y en ello venían los alimentos que la enferma deseaba!… Para atender a las hermanas, multiplicó el aceite, ahuyentó a los sarracenos mostrándoles la custodia santa… Toda su vida está llena de detalles de bondad y amor.

Oración Final

Gloriosa Santa Clara, hermana, madre y maestra. Tú supiste ser madre y servidora de todas las religiosas que, siguiendo tu ejemplo, vinieron a vivir tu ideal. Supiste unir maravillosamente la fe y la bondad. Los más mínimos detalles de la vida de cada día eran siempre expresión de tu amor a ellas. Queremos aprender de ti esta gran lección para ir por la vida haciendo amable la virtud. Alcánzanos de tu Dios el saber servir a los hermanos, la convivencia fraterna y delicada, y el saber testimoniar amor en todas las necesidades. Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Novena a Santa Clara de Asís
Por Fr. Ángel García de Pesquera, ofm cap

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