Novena a Nra Sra de los Angeles dia 8


INVOCACIÓN

Acuérdate, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno que acuda a tu protección, implorado tu socorro y reclamado tu asistencia haya sido abandonado. Con esta confianza a ti nos dirijimos, oh Virgen de las vírgenes; y gimiendo bajo el peso de nuestros pecados, nos postramos a tus pies. Oh Madre del Verbo, no desprecies nuestras súplicas, antes bien escúchalas y acógelas benignamente. Amén.

ORACIÓN INICIAL

Oh Soberana Reina de los Ángeles, Madre amorosa de la Familia Franciscana que te dignaste en interceder para que San Francisco obtuviera la Indulgencia Plenaria de la Porciúncula, te damos gracias por este y por todos los innumerables beneficios recibidos por tu intercesión poderosa y te suplicamos que nos protejas en todos los momentos de nuestra vida, sobre todo cuando nos aflijan las preocupaciones; a esa hora, Oh Virgen y Madre de Dios, socórrenos desde el cielo con amor de Madre y con esplendidez de Reina. Vela por los hijos de San Francisco, Oh Reina Soberana de los Ángeles por amor a Cristo, Nuestro Señor. AMEN.

DIA OCTAVO

Alabado seas Padre en todas tus creaturas. Tus obras son todas perfectas porque en ellas se ve reflejado tan digno autor. 

Te alabamos y te agradecemos por la Santa Madre que nos has dado, Nuestra Señora de los Ángeles. A ella pedimos protección y resguardo. No alejes tu mirada de tus hijos Franciscanos que a ti nos abrazamos bajo el manto de tu sagrada advocación de Nuestra Señora de Los Ángeles.

 ORACION FINAL

¡Oh Gloriosa Santa María de los Ángeles! Madre de Dios y Madre mía, a ti acudo con toda confianza siendo Madre de Dios y Reina de los Ángeles, escúchame, y siendo mi tierna Madre, no deseches mis humildes ruegos. Desde tu trono de gloria rodeado de Ángeles baja hacia mí tu mirada.

Consuela mi alma, Santa Madre, ruega por los pobres pecadores, por las almas del purgatorio, y por todos los enfermos, consiguiéndoles la salud o la resignación cristiana.

Guárdame bajo tu manto, protégeme del enemigo y por el amor que tienes a tu Divino hijo, obtenme la eterna salvación y la gracia que humildemente te pido.

(PÍDASE LA GRACIA QUE SE DESEA)

Se hace un ofrecimiento libre que puede ser un Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Pero para el Franciscano es perefente hacer alguna pequeña obra de caridad como obsequio a la Virgen.

JACULATORIA

¡Reina de los Ángeles, Ruega por nosotros! Amén.

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