Novena a Nra Sra de los Angeles dia 9
INVOCACIÓN
Acuérdate, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno que acuda a tu protección, implorado tu socorro y reclamado tu asistencia haya sido abandonado. Con esta confianza a ti nos dirijimos, oh Virgen de las vírgenes; y gimiendo bajo el peso de nuestros pecados, nos postramos a tus pies. Oh Madre del Verbo, no desprecies nuestras súplicas, antes bien escúchalas y acógelas benignamente. Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oh Soberana Reina de los Ángeles, Madre amorosa de la Familia Franciscana que te dignaste en interceder para que San Francisco obtuviera la Indulgencia Plenaria de la Porciúncula, te damos gracias por este y por todos los innumerables beneficios recibidos por tu intercesión poderosa y te suplicamos que nos protejas en todos los momentos de nuestra vida, sobre todo cuando nos aflijan las preocupaciones; a esa hora, Oh Virgen y Madre de Dios, socórrenos desde el cielo con amor de Madre y con esplendidez de Reina. Vela por los hijos de San Francisco, Oh Reina Soberana de los Ángeles por amor a Cristo, Nuestro Señor. AMEN.
DIA NOVENO
Amable Reina de los Ángeles, que recibes la admiración de todos los pueblos de la tierra por las excelsas virtudes que praticaste y por la pureza sin igual que en ti resplandece, ¡Dígnate mirar a tus hijos Franciscanos, y proveer las necesidades de nuestras fraternidades.
Nosotros no olvidamos que en tus santas manos puso Dios el remedio para la salvación. Ven dulce Madre en auxilio de todos tus hijos para que mediante tu poderosa protección, vivamos en perfecta unión con Dios y elevemos al cielo himmos de alabanza y cantemos de gratitud por todos los beneficios recibidos.
ORACION FINAL
¡Oh Gloriosa Santa María de los Ángeles! Madre de Dios y Madre mía, a ti acudo con toda confianza siendo Madre de Dios y Reina de los Ángeles, escúchame, y siendo mi tierna Madre, no deseches mis humildes ruegos. Desde tu trono de gloria rodeado de Ángeles baja hacia mí tu mirada.
Consuela mi alma, Santa Madre, ruega por los pobres pecadores, por las almas del purgatorio, y por todos los enfermos, consiguiéndoles la salud o la resignación cristiana.
Guárdame bajo tu manto, protégeme del enemigo y por el amor que tienes a tu Divino hijo, obtenme la eterna salvación y la gracia que humildemente te pido.
(PÍDASE LA GRACIA QUE SE DESEA)
Se hace un ofrecimiento libre que puede ser un Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Pero para el Franciscano es perefente hacer alguna pequeña obra de caridad como obsequio a la Virgen.
JACULATORIA
¡Reina de los Ángeles, Ruega por nosotros! Amén.
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